Fuente: https://www.anthropocenemagazine.org/2018/08/desacelerar-la-expansion-de-la-agricultura-es-la-mejor-manera-de-bloquear-el-carbono/
La naturaleza proporciona nuestras necesidades esenciales: agua, alimentos, aire limpio, medicinas y materiales de refugio. Pero la forma en la que se produce, consume y se desperdician los alimentos ejerce una presión innecesaria sobre los recursos naturales, el medio ambiente y el clima. Es hora de que aprendamos de la naturaleza y de que trabajemos con ella, no contra ella.
La producción de alimentos genera alrededor del 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y es responsable del 75% de la deforestación a nivel mundial.
La forma en que se produce y consume los alimentos ejerce una enorme presión sobre los ecosistemas, lo que genera impactos negativos irreversibles que ponen en riesgo la salud del planeta y las personas.
Los actuales sistemas de producción de alimentos están basados en una explotación insostenible de los recursos naturales y son los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad, la degradación y destrucción de ecosistemas: esto exacerba la actual crisis climática y ecológica y pone en riesgo la seguridad alimentaria mundial.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Seguridad Alimentaria “a nivel de individuo, hogar, nación y global, se consigue cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana”. Y esto está directamente relacionado con la situación ambiental, ya que los riesgos asociados a la destrucción de la naturaleza pueden influir en la posibilidad de producción, abastecimiento y acceso a los alimentos.
Para afrontar estas problemáticas es indispensable poner en marcha una serie de mecanismos desde el punto de vista productivo y científico, además de un cambio en los hábitos de consumo de la población.
Deforestación por consumo de carne © Bruno Kelly / Greenpeace
Una de las principales industrias alimenticias que mayor impacto genera en el ambiente es la de producción de origen animal.
Particularmente en América Central y América del Sur, la expansión de los pastizales para la producción ganadera ha sido una de las causas de esta enorme destrucción, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
El incremento en la producción de tal industria ha generado importantes cambios en el uso del suelo, debido al incremento de extensas superficies para el cultivo de plantas forrajeras.
La sustitución de bosques, montes, sabanas y pastizales naturales por estos tipos de cultivos alteran muchas veces de manera irreversible los ciclos del carbono, hidrológicos y meteorológicos, entre otros, de esos ecosistemas.
Cultivo de soja. Fuente: https://www.infocampo.com.ar/la-historia-de-la-soja-de-la-marginalidad-al-cultivo-mas-sembrado-en-el-pais/
En Argentina, el crecimiento exponencial del cultivo de soja, también ha significado un enorme impacto en el medio ambiente. Entre ellos se encuentran, deforestación, pérdida de biodiversidad, emisión de gases de efecto invernadero, erosión de suelos, consumo y contaminación de agua.
¿Qué pasa con los alimentos procesados?
Ejemplo de alimentos ultraprocesados. Fuente: https://www.elindependiente.com/vida-sana/salud/2022/07/28/comer-muchos-ultraprocesados-se-asocia-a-un-mayor-riesgo-de-alzheimer/
Se entiende por alimentos procesados aquellos cuyo estado natural ha sido alterado, por ejemplo, al congelarlos, deshidratarlos, molerlos, enlatarlos y mezclarlos con otros alimentos; también pertenecen a esta categoría los alimentos a los que le se las ha añadido sal, azúcar, grasa u otros aditivos. En cambio, los alimentos ultra procesados son preparaciones altamente procesadas, al punto que su fuente vegetal o animal original es irreconocible. La mayoría de estos alimentos son producidos para su consumo inmediato o para calentar y servir. No requieren preparación alguna; fueron diseñados para ser consumidos de modo rápido y fácil.
Investigadores de la materia han establecido que existe un vínculo estrecho entre los cambios en la dieta —de alimentos reales o mínimamente procesados a alimentos
ultraprocesados— y las tasas de sobrepeso y obesidad y otras enfermedades no transmisibles relacionadas a la dieta.
En los últimos 60 años hubo una verdadera revolución en las ciencias de la alimentación y la manufactura de alimentos altamente procesados, aumentando los alimentos etiquetados como ultraprocesados. La proporción de calorías obtenidas de estos alimentos —que incluyen aditivos que amplifican los sabores y olores, con altos índices grasas saturadas, azúcares y sales añadidas— creció explosivamente, primero, en países de altos ingresos, entre 1970 y 2000; luego, a partir de la década de los 90, en América Latina y el Caribe, fundamentalmente debido a la moderna venta minorista; en la actualidad, el mismo fenómeno se aprecia transversalmente en los restantes países del orbe de ingresos medios y bajos (Canella et al., 2014; Cediel et al., 2017; Monteiro et al., 2011; Monteiro et al., 2013; Moubarac et al., 2014; Martínez Steele et al., 2016)
El rápido crecimiento en las ventas de los alimentos ultraprocesados en países de ingresos medios y bajos amenaza con propiciar un aumento en los índices de sobrepeso y obesidad y malnutrición, debido a que los niños menores de 2 años son cada vez con mayor frecuencia alimentados con esta clase de alimentos.
¿Como impactan en el ambiente estos tipos de alimentos?
Estos productos alimenticios, además impactan negativamente en el medioambiente. Son tan perjudiciales para la salud como para el medioambiente.
Estos alimentos que se producen de manera masiva, necesita de una producción que tenga los costos mas bajos posibles para ser competitivos en el mercado. Para esto, se necesita materias primas de muy bajo costo que además se les aplica métodos de industrialización muy agresivos, como por ejemplo, harinas refinadas que vienen de diferentes lugares con monocultivos, de aceite de palma o aceites de mala calidad que se cultivan también con malas prácticas agrícolas, del azúcar, que también se genera con monocultivo.
Durante su proceso se requiere grandes cantidades de superficies de tierra, agua, y energía, además de emitir gases de efecto invernaderos y otros gases contaminantes.
Proceso de embotellado. Fuente: https://piedepagina.mx/big-food-en-mexico-a-la-sombra-del-conflicto-de-interes/
El exceso de embalaje y empaquetado se ha transformado en un problema de primer orden. En los suelos de las ciudades, en los ríos y en los mares: por todas partes se encuentran restos de envoltorios y plásticos. Lo más preocupante son los materiales no biodegradables, como los plásticos. El 42% de la producción mundial de plásticos se atribuye al envasado de este tipo de alimentos.
Desechos de botellas en la costa. Fuente: https://buntingmagnetics.com/es/blog-de-la-industria/contaminacion-obstaculos-reciclaje-de-plastico/
Basura de restos de local de comidas rápdias. Fuente: https://www.alamy.es/desborde-de-la-basura-de-los-alimentos-y-bebidas-vendidas-en-una-feria-de-la-calle-en-la-avenida-de-las-americas-en-el-centro-de-manhattan-en-la-ciudad-de-nueva-york-image155576596.html
El coste para el medio ambiente de los alimentos ultraprocesados es mucho mayor que el de los alimentos naturales o frescos, que son también considerados como más saludables.
BIBLIOGRAFIA:
https://www.greenpeace.org/mexico/blog/4042/comer-carne-contribuye-a-la-deforestacion-del-planeta/
https://www.ecoportal.net/alimentacion/cuida-tu-salud-cuida-tu-planeta/
https://www.fao.org/world-food-day/take-action/es
https://www.fao.org/world-food-day/take-action/what-can-civil-society-do/es