Fuente: https://www.ecoticias.com/eco-america/127644_bosque-atlantico-paraguayo-iniciativas-salvamento
El Amazonas es la selva tropical más grande y conocida de América del Sur, sin embargo, existe otra selva tropical que también es de vital importancia: el Bosque Atlántico.
En ambos existen endemismos de plantas y animales. Desafortunadamente, eso no es todo lo que los dos bosques tienen en común: el Bosque Atlántico también está gravemente amenazado.
El Bosque Atlántico se extiende a lo largo de la costa oriental de Brasil y penetra tierra adentro hacia Argentina y Paraguay. La ecorregión comprende ciudades importantes como Río de Janeiro y Sao Paulo, y es el hogar de más de 148 millones de personas. En Brasil, la ecorregión del Bosque Atlántico genera el 70% del producto interno bruto (PIB) del país.
Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Atlantic_Forest#/media/File:Atlantic_Forest_WWF.jpg
El bosque ofrece numerosos servicios ambientales como la de regular la temperatura ambiental, proteger los suelos de la erosión, permitir la polinización y generar alimentos, medicamentos y agua potable. De hecho, el 60% de la población de Brasil depende del agua del Bosque Atlántico.
A pesar de su importancia, este bosque es uno de los más amenazados del planeta. Durante los últimos 500 años los humanos han alterado el paisaje forestal mediante el desarrollo de infraestructura y la agricultura.
Actualmente queda menos del 12% del bosque original, en pequeños fragmentos desconectados en su mayoría.
Fuente: https://economis.com.ar/asi-se-esta-deforestando-el-bosque-atlantico/
Entre 2000 y 2015, Brasil, Argentina y Paraguay pudieron aumentar el área forestal protegida total en la ecorregión del Bosque Atlántico en más del 20%.
Brasil y Argentina tienen unas de las mayores superficies de plantaciones forestales deAmérica Latina: 7,7 millones de hectáreas de plantaciones de árboles exóticos en Brasil y 1,2 millones en Argentina (FAO 2014), con las fracciones más grandes de estas áreas en el Bosque Atlántico.
Brasil lidera el ranking mundial de productividad de forestaciones industriales con 39 metros cúbicos por hectárea por año (Industria Brasileira de Árvores, 2015).
Las plantaciones forestales de Paraguay ocupan actualmente más de 50.000 hectáreas casi exclusivamente en la ecorregión del Bosque Atlántico (Instituto Forestal Nacional, 2013).
El Bosque Atlántico cubría una vasta extensión de Argentina, Brasil y Paraguay. Desafortunadamente, cinco siglos de tala, expansión agrícola y el crecimiento implacable de ciudades como Sao Paulo y Río de Janeiro la han reducido a fragmentos.
En el marco del Pacto Trinacional del Bosque Atlántico, 360 organizaciones han estado trabajando durante más de tres décadas para preservar y restaurar lo que queda de este bosque. Estas organizaciones protegen las especies en peligro de extinción (como el jaguar y el tití león dorado), aseguran el suministro de agua para las personas y la naturaleza, contrarrestan las repercusiones del cambio climático y desarrollan la resiliencia a estos, y crean miles de empleos.
Unas 700.000 hectáreas de tierra ya han sido restauradas y el objetivo es proteger y recuperar 1 millón de hectáreas para 2030 y un total de 15 millones de hectáreas para 2050, un área más grande que todo Nepal, Grecia o Nicaragua.
Beneficios para millones
Restaurar el Bosque Atlántico es parte de la estrategia para mantener la seguridad hídrica para millones de brasileños.
En el municipio de Extrema, las autoridades realizan pagos anuales por servicios ecosistémicos a los propietarios de tierras que cultivan y mantienen árboles forestales alrededor de manantiales y arroyos en granjas de carne y lácteos. Las medidas ayudan a prevenir la erosión del suelo y proteger la calidad del agua en el sistema de embalses que abastecen a las ciudades cercanas.
Los enfoques para restaurar el Bosque Atlántico son tan diversos como los ecosistemas y las comunidades que allí viven. Existen iniciativas centradas, por ejemplo, en la investigación científica, la creación de asociaciones, la recaudación de fondos y el desarrollo de políticas gubernamentales, así como en la reforestación y la agrosilvicultura.
Sin embargo, se brinda un énfasis general en desarrollar y difundir el conocimiento de los beneficios de paisajes saludables y en ubicar a las personas en el centro del proceso.
Fuentes:
https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/renacimiento-del-bosque-atlantico-de-america-del-sur
https://www.worldwildlife.org/descubre-wwf/historias/cual-es-el-bosque-atlantico-y-por-que-necesitamos-salvarlo
https://economis.com.ar/asi-se-esta-deforestando-el-bosque-atlantico/